El barómetro del alquiler elaborado por la Fundación Alquiler Seguro en colaboración con la Universidad Rey Juan Carlos mide la presión que ejerce la demanda de aquellos que buscan arrendar una vivienda sobre la oferta de inmuebles disponibles. La fórmula que se ha empleado para calcular esta magnitud se basa en contabilizar la media de contactos que recibe una vivienda en alquiler al cabo de diez días.
Es habitual cuando describimos la situación actual del mercado del alquiler hablar de una demanda cada vez más elevada y una oferta escasa y menguante, un desajuste que empuja los precios del alquiler al alza y que sería una de las razones que explican el problema del acceso a la
vivienda en España.
Sin embargo, si tenemos en cuenta los datos y las conclusiones que arroja este estudio, podemos observar que existen profundas diferencias entre los distintos territorios del país. Se trata, por tanto, de un problema que, si bien es muy preocupante en algunas provincias, no afecta por igual a todas las zonas de España.
Así, encontramos grandes disparidades entre las provincias analizadas. El barómetro establece una clasificación dividida en cinco segmentos que diferencia entre zonas de presión normal (1-15), en riesgo (15-30), elevada (30-45), alta (45-60) o muy alta (60-75 y más).
MADRID
BARCELONA
En lugares como Palencia (8), Badajoz (8) u Ourense (9), entre otros, la presión no llega si quiera a 10. Es decir, menos de una persona se interesa en un día por un anuncio de una vivienda en alquiler. En el otro extremo, provincias como Islas Baleares (142), Santa Cruz de Tenerife (104) o Barcelona (101) registran presiones superiores al 100 en la clasificación. Se trata de los lugares
más tensionados del país, donde la demanda desborda ampliamente la oferta de vivienda en alquiler.
Entre los valores más bajos y los más altos, encontramos otras zonas con presiones consideradas normales, como Granada (11), Toledo (14) o Murcia (14); en riesgo, como Zaragoza (19), Sevilla (23) o Alicante (28); elevada, como Málaga (31), Navarra (34) o Álava (35); alta, como Guipúzcoa (50) o Las Palmas (51); y muy alta, como Vizcaya (61), Madrid (63) y Valencia (63).
GRANDES DISPARIDADES ENTRE PROVINCIAS
Todo esto permite extraer una conclusión fundamental: el mercado de la vivienda en alquiler en España es muy heterogéneo, y no se comporta de la misma manera en todos los territorios. Esto plantea dudas con respecto a las políticas públicas que las diferentes administraciones proponen para atajar este problema. Las soluciones que hasta ahora conocemos no están resultando efectivas, entre
otras cosas, porque no tienen en cuenta las profundas diferencias que existen. Es importante hacer hincapié en que no solo se alquilan viviendas en las grandes ciudades como
Madrid, Barcelona, Valencia o Málaga. Este barómetro analiza todas las provincias y las dos ciudades autónomas, por lo que ofrece unos datos que permiten conocer la realidad de todo el territorio nacional.
SORIA
Así, podemos concluir que la gran mayoría de zonas se encuentran en el rango de presión normal, resultado de un equilibrio entre la oferta y la demanda, sin dejar de reconocer que los lugares con mayor presión son precisamente los más poblados del país. En concreto, 25 provincias del total de las analizadas quedan englobadas en este segmento.
MÁLAGA
SEVILLA
Estudios como este permiten conocer la realidad específica de cada territorio, y demuestran que el mercado del alquiler en España no es homogéneo. Esto plantea dudas sobre la eficacia de medidas de alcance estatal aplicadas en zonas tan dispares. Comprender las dinámicas del mercado y las disparidades territoriales gracias a estudios como este es crucial para tomar decisiones que garanticen el acceso a una vivienda, promuevan la igualdad de oportunidades y fomenten el desarrollo sostenible.